Tratamiento con PrEP para el VIH

PrEP son las siglas en inglés de la profilaxis preexposición. Está diseñada para proteger a las personas VIH negativas contra la infección por la actividad sexual o el consumo de drogas inyectables.

La PrEP estimula la producción de anticuerpos para prevenir que el virus del VIH se multiplique en el organismo. En la actualidad, hay dos formas de administrar la PrEP: una pastilla oral y una inyección. Cuando se toma según fue recetada, la pastilla tiene una eficacia del 99%.

Según HIV.gov, 1.2 millones de personas en los EE. UU. tienen VIH y solo el 13% de los casos positivos no saben que están infectados y necesitan hacerse la prueba. La PrEP podría beneficiar especialmente a las personas que:

• Tienen actividad sexual sin condón con regularidad
• Han tenido una pareja sexual que podría tener VIH
• Han sido diagnosticadas con una enfermedad de transmisión sexual (ETS) en los últimos 6 meses
• Se han inyectado drogas y han compartido jeringas
• Han tenido una pareja sexual que podría haberse inyectado drogas
• Obtuvieron una receta para la PEP (siglas en inglés de la profilaxis posexposición) y continúan teniendo un comportamiento de riesgo

Antes de iniciar el tratamiento, debe hacerse la prueba del VIH para asegurarse de que es VIH negativo. Asimismo, se recomienda hacerse la prueba cada tres meses durante el tratamiento.

Las pastillas orales Truvada y Descovy, que han sido aprobadas por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés), se toman una vez al día. La primera inyección aprobada por la FDA, con el nombre Apretude, es un fármaco inyectable de efecto prolongado que debe ser administrado por un profesional de atención de la salud. Las primeras dos inyecciones se administran con un mes de intervalo. A partir de ahí, las inyecciones siguientes se administran cada dos meses.

Entre los efectos secundarios comunes del tratamiento con la PrEP se incluyen la diarrea, el cansancio, las náuseas y los dolores de cabeza.